ON SOLUCIONES, una organización 2.0

Hace unos años, tras una presentación a un cliente, este me preguntó dónde teníamos la oficina”. Pensé por unos segundos y luego le señalé mi mochila: “ahí”, le dije. Y se lo demostré: “aquí llevo todo lo necesario para trabajar: el ordenador, cargador, power-bank para el móvil, rotuladores para flipchart, para pizarra blanca, unos pocos frutos secos para merendar, cuadernos, clips, celo…” En la pequeña charla posterior que tuvimos hablamos de la transformación digital, las empresas 2.0…

Lo cierto es que constantemente oímos estos conceptos, sin que normalmente se sea capaz de dar una definición clara y precisa de lo que es. ¿Es ON Soluciones una organización 2.0? El concepto no está muy claro pero sí recoge una forma distinta de comportarse, de relacionarse con trabajadores y clientes de ver el modelo de negocio.

¿Cómo lo hacemos? Aquí dejamos unas ideas:

– Somos una organización que no está atada a una sede física. Por supuesto, tenemos lugares donde reunirnos cuando es necesario, pero estamos ubicados en varios lugares (Madrid, Barcelona, Sevilla, Vitoria, el Bierzo y dando los primeros pasos en USA y Latam) y nos reunimos constantemente de forma digital bien sea con Zoom (grupos) o Skype (dos o tres personas).

Hacemos uso intensivo de la nube. Utilizamos Dropbox Business y después de realizar varias pruebas, hemos elegido a www.basecamp.com como nuestro site corporativo. Cada proyecto tiene su propio espacio (en el que el cliente tiene visibilidad de los avances y documentación generada) donde intercambiamos mensajes, gestionamos las tareas, el calendario, subimos archivos… Esto nos permite que cualquier persona dentro del proyecto tenga una visión completa su estado, avance, y minimiza la necesidad de intercambiar largas series de mails con poco valor añadido. Así podemos trabajar de forma distribuida, aprovechando el talento allá donde esté. Somos más eficaces y más rápidos.

Una de las características del ADN de ONS es la transparencia. Tenemos nuestro propio “Proyecto ONS” en Basecamp, a fin de compartir la información interna de la empresa, noticias… Somos una organización abierta, en la que la información fluye en todas las direcciones ya que para que todos podamos sumar, todos debemos estar en el mismo barco. Damos visibilidad de cuales son los proyectos abiertos, cómo está el funnel, dónde hemos triunfado… y fracasado. Y todos comunican: no es un canal “de arriba abajo” sino en todas las direcciones. Quien quiere aportar una idea, recomendar un blog, un libro, una experiencia, una posibilidad de negocio, un curso, una enseñanza, puede hacerlo libremente. Al igual que es libre de preguntar.

Creemos en la autorresponsabilidad de los miembros del equipo. Y la practicamos. Es la productividad y no el horario quien manda, lo que supone cambiar el paradigma habitual de las empresas. Cada miembro de ONS es responsable de si mismo, de sus funciones y tareas a realizar. Además, queremos ser multidisciplinares, con la capacidad de asumir roles distintos. Queremos ser una organización con una alta empleabilidad. Con ello mejoramos la productividad, la orientación al cliente y… favorecemos la conciliación, otro valor clave.

Hay roles, no jerarquía. Hemos nacido como una organización plana. El trabajo se articula en torno a proyectos en los que entran los miembros necesarios para llevarlos a cabo. Esas personas, en dicho proyecto, tienen un rol (jefe de proyecto, consultor, SME…) que puede ser distinto en otro proyecto en el que estén trabajando en ese mismo momento e incluso con algunas personas comunes. Incluso no existe el rol de a venta, no es algo que sea potestad del socio: cualquiera puede asumirlo. Y la coordinación, de nuevo, la da a tecnología, con un CRM en la nube.

Nuestra forma de trabajar exige una alta capacidad de coordinación y trabajo en equipo. De colaboración: como red y como ecosistema. Creemos que juntos, somos más. Esta filosofía sólo funciona si se es una creyente en la trasformación digital, con su manera de pensar y de actual.

Buscamos y potenciamos el talento. Y el talento no es simplemente una serie de conocimientos técnicos (ni siquiera en un mundo hiper-tecnificado) sino las habilidades humanas para trabajar en equipo, orientarse al cliente, cumplir con los “deadlines”, empatizar, comunicar, ser asertivos. Promovemos la formación de los miembros, ya que todos somos maestros de algo, pero también aprendices de otras muchas cosas. Y apostamos para que el conocimiento no resida solo en las personas, sino en toda la organización. Tenemos nuestra bibliotecaONS para lograr que el conocimiento llegue a todos los miembros.

Escuchamos y hablamos. Estamos presentes en las redes sociales, y somos un miembro activo de ellas con nuestras aportaciones en el blog, en Twitter, en LinkedIn. Nos abrimos al exterior, generamos y compartimos conocimientos. Y lo hacemos porque creemos que aporta valor al mercado, a la sociedad y a las empresas. Tenemos “know-how” y disfrutamos compartiéndolo.

Somos valientes. No nos conformamos y constantemente buscamos nuevos retos. Hay que mirar más allá, pensar “fuera de la caja”, asumir que por bien que se hagan las cosas, siempre hay necesidad de cambiar. Eso supone que a veces podemos equivocarnos, y está bien. Sin tolerancia al error no hay posibilidad de innovar, de crecer, de avanzar. Pero, siguiendo el dicho, “equivócate rápido, equivócate barato”

Somos curiosos, inquietos. Nos planteamos contantemente el “por qué” de todo lo que vemos. Nunca sabremos lo bastante. Y cuando no sabemos, preguntamos. Miramos el mercado, a los clientes, la competencia, incluso las películas, libros y series de televisión tratando de entender como encajan en nuestro mundo. Cómo podemos trasladar esas enseñanzas a nuestro negocio.

– Hemos dado grandes pasos en la transformación digital, pero seguimos haciéndolo: tenemos nuevas metas. Se trata de un camino, no de un fin. A corto plazo tenemos nuevos retos: control de la gestión colaborativa, gestión de gastos, agencia de viajes en la nube, gestión de asignación de proyectos…

Como conclusiones, sacadas de la propia experiencia, podemos indicar que no es un modelo que emane de una jerarquía, sino que surge de todos y lo usamos todos. Y su éxito no reside en la tecnología (que únicamente es un facilitador) sino en las personas: en su capacidad de asumir responsabilidades y ser independientes. De cambiar la forma de pensar de “espero que me digan lo que tengo que hacer y qué obligaciones tiene la empresa hacia mi” y pasar a pensar en “mi responsabilidad” con mi entorno, mi red, mis compañeros, mis clientes. Modelos así solo funcionan con un grado de madurez personal muy elevado, como es el caso de la gente ONS.

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