1. La mejora en la toma de decisiones y productividad
2. La optimización de la gestión de la demanda
3. Mejoras en la experiencia de cliente
4. La reducción de tareas manuales y repetitivas
5. La transformación del modelo operativo
Desde las recomendaciones en tiempo real, el análisis de datos históricos, la personalización de la interacción con los clientes, la automatización y el enfoque de los empleados a tareas de valor añadido, todo pasa por una revolución centrada en ir dando pasos hacia la eficiencia operativa.
Se ha escrito ya mucho acerca de cómo la IA facilita la toma de decisiones y aumenta la productividad y también se han abierto muchos debates acerca de sus impactos. Grandes retailers, bancos y entidades financieras, empresas de telecomunicaciones y del sector salud han puesto muchos recursos para obtener esas mejoras sobre las que existe cierto consenso que aporta la IA en relación con rendimiento operativo de las organizaciones.
No dudo que se puede agilizar la toma de decisiones, predecir la demanda y, en general, mejorar la satisfacción del cliente si en su interacción no solo obtiene lo que quiere si no lo hace de forma ágil y cuando lo precisa. Mis dudas radican en todo lo vinculado a la medición y al papel que ocupa el feedback de los propios empleados.
Es interesante conocer los resultados que arrojan estudios en determinadas organizaciones, como el que refleja el artículo en una empresa de telecomunicaciones en cuanto a la reducción de costes y aumento de las ventas. Y aún y así, siento mucha curiosidad por conocer el impacto en esa misma y otras organizaciones en momentos diferentes, más allá de una medición de resultados tras x meses de haber implementado cambios.
¿Cómo crees que evolucionarán algunos indicadores clave? ¿Se reducirá el tiempo de adaptación de los empleados? ¿Se producirá ceguera ante determinadas mejoras?
La integración del equipo humano, la búsqueda del equilibrio entre eficiencia tecnológica y empatía y valores del ser humano es, en mi opinión, el gran reto.
Tener al empleado en el centro de los cambios, recoger sus inquietudes, su adaptación, su evolución en diferentes momentos, con cierta frecuencia, y asegurar que tengan apoyo, valoración y comprensión es lo que creo que es el núcleo de la cuestión. Como todo, los procesos de transformación también tienen su proceso y requieren de tiempo… ¿tenemos ese tiempo para adaptarnos? ¿Están los managers, los líderes de los equipos, preparados para ese acompañamiento? ¿Sabemos usar los datos para tener conversaciones más efectivas, sin perder empatía?
Las preguntas que me hago no ponen en duda los beneficios de la IA en muchísimos contextos. Las preguntas que me hago tienen que ver con los desafíos éticos, sociales y económicos que plantea. Tiene que ver con la regulación en cuanto a datos y privacidad se refiere y con la transparencia de algoritmos, inversión en educación, bienestar de las plantillas de empleados de las organizaciones y, en general, de que sus beneficios sean globales y no solo para determinadas élites.